Actividad parasimpática
El sistema nervioso parasimpático pertenece al sistema nervioso autónomo. En pocas palabras, es el sistema nervioso «automático» que regula los procesos corporales involuntarios. Por ejemplo, controla cosas como:
Salud cardíaca (presión arterial, frecuencia cardíaca, etc.)
Digestión (velocidad de digestión, liberación de insulina, etc.)
Eliminación de desechos (capacidad de orinar y defecar)
Respiración (controlar los músculos de las vías respiratorias para optimizar la función pulmonar)
Función sexual (sensación de excitación)
Otros procesos corporales (dilatación de las pupilas, producción de lágrimas, producción de saliva, etc.)
El sistema nervioso parasimpático gestiona las respuestas corporales durante el reposo, que es diferente del sistema nervioso simpático, que gestiona la respuesta de «lucha o huida».
La actividad parasimpática puede ser un indicador de salud revelador. La actividad parasimpática refleja la capacidad del cuerpo para recuperarse y relajarse, lo cual es crucial para la salud del sistema cardiovascular y nervioso. Si tienes problemas en el sistema nervioso parasimpático, puedes experimentar síntomas como estreñimiento, aumento de la frecuencia cardíaca, ritmos cardíacos anormales, disfunción sexual o problemas para digerir los alimentos. Cualquiera de estos síntomas puede indicar un problema más amplio, como la diabetes tipo 2, las afecciones congénitas o genéticas, la disfunción sexual, el daño a los nervios o los traumatismos. Por lo tanto, es importante medir la actividad parasimpática.