Edad vascular

La edad vascular compara la salud de los vasos sanguíneos con la edad biológica, lo que puede ayudar a evaluar el estado cardiovascular de una persona con el tiempo. Considera la edad de las arterias, tanto grandes como pequeñas. El diagnóstico de la edad vascular implica evaluar la rigidez de las arterias.

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Si la edad vascular es superior a la edad cronológica de una persona, puede indicar un mayor riesgo de enfermedad vascular. El envejecimiento vascular se debe en gran medida a factores modificables como la mala alimentación, el sedentarismo, la obesidad, la hipertensión, la diabetes, los niveles altos y bajos de colesterol y el tabaquismo. El riesgo de envejecimiento vascular también aumenta con los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.

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La edad vascular elevada puede provocar enfermedades vasculares, que incluyen trastornos venosos en las piernas, así como una circulación anormal y problemas renales o carotídeos. Los problemas más prevalentes incluyen la arteriosclerosis, que es el engrosamiento o endurecimiento de las arterias, lo que puede provocar un ataque cardíaco, un derrame cerebral o una enfermedad arterial periférica.

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Afortunadamente, la salud vascular se puede mejorar considerablemente incorporando actividad física, como 150 minutos de actividad aeróbica por semana. También se puede mitigar mediante otras intervenciones en el estilo de vida, como una dieta saludable, la pérdida de peso y más. Como la edad vascular es un indicador de la salud vascular, es importante hacer un seguimiento rutinario de la edad vascular para que las personas puedan incorporar las intervenciones de estilo de vida adecuadas para prevenir la enfermedad en el futuro.